viernes, 16 de abril de 2010
• Capitulo 3 - Area de Competencia •
Simón: A veces vas por la vida creyendo que estás despierto y de pronto pasa algo inesperado, algo que te sacude, algo que te despierta.
¿Hay algo capaz de despertarnos del sueño más profundo que es dormir despiertos? Es paradójico, pero creo que no hay mejor despertador que un sueño.
Cuando sos chico tenés algo muy claro, tu juguete preferido es tuyo, si ves que alguien lo quiere sin dudarlo decís “es mío”. Defendés con uñas y dientes lo tuyo: tu juguete, tu lugar, tu novia, pero siempre aparece alguien que viene a disputártelo. Puede ser otra persona o incluso el recuerdo de otra persona, dónde había dos ahora hay tres y ya estás en una competencia.
La competencia tiene mala prensa, creemos que ser competitivos es un defecto, nunca una virtud ¿Pero no es cuando no tenemos competencia cuando dejamos de crecer? El problema de la competencia, creo yo, es la falsa creencia de que para que alguien gane otro tiene que perder, para que alguien exista, otro tiene que desaparecer.
Olvidarte que nada es tuyo y que todo lo podés perder te puede dormir, se necesita un buen sueño para despertarse. Se necesita un buen competidor para mantenerse despiertos, y crecer. No hace falta que otro pierda, la verdadera competencia es cuando todos, de alguna manera, ganan algo.
No hay garantía de que el sueño vaya a cumplirse, eso te hace esforzarte para ser mejor, para que elegirse sea algo de cada día. De lo que sí hay garantía, es que si aspiras a ser mejor no hay manera de que no lo seas.
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